La ecotoxicología terrestre tiene como objetivo evaluar los efectos de las sustancias químicas sobre los organismos del suelo, esenciales para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como plantas, microorganismos o invertebrados.
En este contexto, la prueba OCDE 208 constituye un método de referencia para medir el impacto de una sustancia en la germinación y el crecimiento de plantas superiores. Esta prueba forma parte de una batería de pruebas estandarizadas utilizadas para caracterizar el perfil ecotoxicológico de un producto, en particular en el contexto de requisitos regulatorios europeos como REACH, la autorización de productos fitosanitarios o la evaluación de materiales biodegradables.
Para comprender mejor el papel y la estructura de estos métodos, consulte nuestro artículo dedicado a las directrices de la OCDE en toxicología y ecotoxicología .
Tabla de contenido
Un método esencial para evaluar la fitotoxicidad y la seguridad ambiental de los productos.
Prueba 208 de la OCDE: un método estandarizado esencial
La Directriz 208 de la OCDE, adoptada por primera vez en 2006 y revisada en 2021, está diseñada específicamente para evaluar el impacto de las sustancias químicas en la emergencia y el crecimiento inicial de las plántulas. Se aplica a una amplia gama de productos: sustancias puras, formulaciones, mezclas, efluentes, compost, etc. La prueba puede realizarse en el laboratorio, en condiciones controladas, con especies vegetales estandarizadas para obtener resultados reproducibles y científicamente sólidos que puedan utilizarse en expedientes regulatorios.
Su interés es doble. Por un lado, permite identificar los efectos nocivos de una sustancia en plantas representativas de ecosistemas agrícolas o naturales. Por otro, proporciona indicadores cuantitativos (como la CE50) esenciales para calcular el riesgo ambiental, comparar la toxicidad relativa de varios productos o justificar los umbrales regulatorios en el contexto de la evaluación de peligros.
Un método utilizado en diversos contextos industriales
Más allá de su uso reglamentario tradicional, la prueba OCDE 208 es cada vez más utilizada por los fabricantes con fines de ecodiseño o para demostrar la seguridad ambiental de sus productos. Por lo tanto, puede utilizarse:
- Demostrar la no toxicidad de un nuevo material biodegradable en condiciones de compostaje (por ejemplo: películas plásticas, embalajes, objetos de un solo uso).
- Evaluar el impacto potencial de los residuos de medicamentos veterinarios presentes en el estiércol esparcido en el suelo.
- Analizar los efectos de mezclas complejas de sustancias o productos formulados, por ejemplo en biocidas o productos fitosanitarios multicomponentes.
Prueba 208 de la OCDE: una prueba de referencia para la emergencia y el crecimiento de las plántulas
Objetivo y alcance regulatorio
La Prueba 208 de la OCDE tiene como objetivo medir los efectos potenciales de una sustancia química en dos etapas críticas del desarrollo de las plantas: la emergencia de las plántulas a partir de las semillas y su crecimiento durante las primeras semanas de vida. Estos parámetros son esenciales, ya que cualquier alteración en esta etapa puede comprometer la viabilidad de la planta y afectar el equilibrio de los ecosistemas terrestres.
Esta prueba es comúnmente requerida por las autoridades sanitarias y ambientales como parte de la evaluación del riesgo ambiental de las sustancias sujetas a registro. Se incluye en los expedientes regulatorios en varios contextos:
- Expedientes de autorización de productos fitosanitarios (Reglamento (CE) nº 1107/2009).
- Evaluación de sustancias biocidas (Reglamento (UE) n.º 528/2012).
- Expedientes REACH para sustancias producidas o importadas en cantidades superiores a 10 toneladas por año.
- Expedientes ambientales de medicamentos veterinarios (Directiva 2001/82/CE y Reglamento (UE) 2019/6).
- Normas asociadas a materiales plásticos compostables, en relación con las pruebas ASTM D6400.
Por lo tanto, la prueba OECD 208 es un método fundamental que permite documentar el riesgo para las plantas no objetivo en condiciones experimentales reproducibles.
Productos probados y contextos de uso
La prueba se puede aplicar a una amplia variedad de sustancias y formulaciones, ya sean puras o en mezclas. Algunos de los principales productos analizados incluyen:
- Sustancias activas o coformulantes de productos fitosanitarios.
- Biocidas para uso doméstico, industrial o agrícola.
- Compuestos presentes en los medicamentos veterinarios, particularmente cuando son excretados por los animales y se propagan a través del estiércol.
- Materiales poliméricos o plásticos diseñados para ser biodegradables, particularmente en entornos de compostaje.
- Productos químicos industriales susceptibles de llegar al suelo (agentes de tratamiento, disolventes, derivados orgánicos, etc.).
En algunos casos, el ensayo se puede adaptar para evaluar matrices complejas como compost, lixiviados o lodos, incorporando estos materiales al medio de cultivo.
Selección de especies de plantas
Para garantizar la relevancia ecológica de la prueba, la Directriz 208 de la OCDE recomienda utilizar un panel de especies vegetales representativas de la diversidad taxonómica. La elección de las plantas depende de las propiedades de la sustancia que se analiza, el entorno de exposición previsto y los objetivos regulatorios. Normalmente, se seleccionan entre seis y diez especies, incluyendo tanto monocotiledóneas como dicotiledóneas.
Entre las especies más utilizadas se encuentran:
- Allium cepa (cebolla)
- Zea mays (maíz)
- Brassica napus (colza)
- Cucumis sativus (pepino)
- Glycine max (soja)
- Helianthus annuus (girasol)
- Solanum lycopersicon (tomate)
- Stellaria media (pamplina)
Estas especies se eligen por su disponibilidad, su conocida sensibilidad a diversos agentes químicos, su crecimiento homogéneo en condiciones controladas y su interés como plantas indicadoras de ecosistemas agrícolas o seminaturales.
Rutas de exposición simuladas
La exposición de las plantas a la sustancia probada se puede realizar de diferentes maneras, dependiendo del tipo de producto y del escenario de uso considerado:
- En el caso de los productos fitosanitarios, la sustancia suele pulverizarse sobre la superficie del suelo después de la siembra, lo que simula una aplicación en campo abierto.
- En el caso de medicamentos veterinarios o productos químicos en general, se incorpora al suelo antes de la siembra, reproduciendo un escenario de exposición por lixiviación o mediante la dispersión de estiércol o lodos contaminados.
- En el caso de productos compostables, el ensayo puede incluir compost que contenga el material ensayado, mezclado con tierra en proporciones definidas (25 a 50%) para simular la exposición post-compostaje.
En todos los casos, la directriz exige que la concentración aplicada se verifique analíticamente para garantizar la trazabilidad y reproducibilidad de las pruebas. Se pueden realizar pruebas de determinación del rango para determinar las concentraciones relevantes antes de la prueba final.

Diseño experimental y procedimiento de prueba
Condiciones de cultivo y ambiente controlado
La prueba OECD 208 se realiza en un entorno controlado para garantizar la reproducibilidad y comparabilidad de los resultados. Las plantas se cultivan en cámaras de crecimiento, fitotrones o invernaderos equipados con dispositivos de control de temperatura, humedad, luz y riego.
Las condiciones estándar recomendadas por la directriz son las siguientes:
- Temperatura: 22°C ± 10°C (variación día/noche permitida).
- Humedad relativa: 70% ± 25%.
- Fotoperiodo: 16 horas de luz al día.
- Intensidad de luz: 350 ± 50 µE/m²/s (espectro útil 400–700 nm).
Las plantas se cultivan en macetas de plástico no poroso o esmaltado, colocadas sobre bandejas o estantes que permiten un drenaje uniforme. La posición de las macetas se cambia periódicamente durante el ensayo para minimizar el efecto de las microvariaciones de luz o temperatura en la cámara de cultivo.
El riego se adapta a la especie estudiada y a la naturaleza del sustrato. Puede realizarse por capilaridad (empapando desde abajo) o por aspersión controlada. En todos los casos, los grupos control y tratados deben estar sujetos a las mismas condiciones de humedad e iluminación.
Naturaleza del sustrato de cultivo
La elección del sustrato es fundamental para asegurar un crecimiento uniforme de las plántulas y una buena exposición a la sustancia en estudio. Existen dos opciones principales:
- Suelo natural : franco arenoso, franco arenoso o franco arcillo-arenoso, con un contenido de carbono orgánico ≤ 1,5 %. Este tipo de suelo suele tamizarse a 2 mm para eliminar las partículas gruesas y pasteurizarse para limitar la presencia de patógenos.
- Sustrato artificial : arena de cuarzo, perlas de vidrio o lana mineral, utilizados en algunos casos para reducir la variabilidad relacionada con las propiedades químicas y biológicas del suelo natural.
Se miden y registran la conductividad eléctrica, el pH y el tamaño de partícula del sustrato para cada lote utilizado. Si es necesario, se pueden añadir suplementos nutricionales para evitar el estrés por deficiencia.
Organización de unidades experimentales
Cada condición analizada (grupos control y tratado) se reproduce en varias macetas (réplicas) para garantizar la robustez estadística de los resultados. El protocolo proporciona:
- Un número de réplicas ≥ 4 por condición.
- Un número total de semillas ≥ 20 por condición.
- Una densidad de siembra adaptada al tamaño de las semillas: 3 a 10 semillas por 100 cm².
Por ejemplo, una maceta de 15 cm de diámetro puede contener:
- 1 a 2 semillas de maíz o tomate.
- 3 semillas de colza o de guisante.
- 5 a 10 semillas de cebolla, trigo o lechuga.
Es fundamental sembrar el mismo número de semillas en cada maceta y asegurar una distribución uniforme, sin superposiciones, para limitar los efectos de la competencia.
Aplicación de la sustancia ensayada
El método de aplicación depende de la naturaleza química de la sustancia:
- Sustancias solubles en agua : se disuelven en agua y luego se añaden al suelo mediante mezcla homogénea o mediante riego.
- Sustancias poco solubles : disueltas en un disolvente volátil (acetona, etanol), mezcladas con arena, luego incorporadas al suelo después de la evaporación del disolvente.
- Sólidos insolubles : mezclar directamente en suelo seco utilizando un equipo de mezcla adecuado.
En el caso de los productos fitosanitarios, la sustancia se aplica generalmente mediante pulverización sobre la superficie del suelo después de la siembra. En ocasiones, se requiere un segundo grupo de control de disolventes para aislar los efectos relacionados con el vehículo utilizado (agua, disolvente, adyuvante, etc.).
La cantidad exacta de sustancia aplicada se verifica analíticamente (mediante pesaje o dosificación química) y el método de aplicación (volumen, equipo, concentración) se registra cuidadosamente en el informe de prueba.
El período de prueba comienza oficialmente cuando el 50% de las plántulas del grupo de control han emergido , lo que marca el "día 0" del ensayo. A partir de este momento, la duración del estudio es de 14 a 21 días, dependiendo del crecimiento de la especie de prueba.

Parámetros medidos y criterios de validez
Indicadores ecotoxicológicos monitoreados
A lo largo del ensayo, se evalúan diversos parámetros cuantitativa y cualitativamente para determinar el efecto de la sustancia ensayada en las plántulas. Estos parámetros se clasifican en dos grandes categorías: mediciones objetivas (biometría) y observaciones visuales (fitotoxicidad).
Los indicadores más comúnmente medidos son:
- Tasa de emergencia de plántulas : Número de semillas que han producido una plántula visible, expresado como porcentaje del número total de semillas sembradas.
- Biomasa de los brotes : medida como peso húmedo o peso seco después del secado a 60 °C hasta masa constante.
- Altura del brote : se mide desde el cuello de la raíz hasta el extremo del tallo, utilizando un metro o calibrador.
- Tasa de mortalidad : proporción de plántulas que murieron durante el período de prueba.
- Fitotoxicidad visible : observación de síntomas como clorosis (amarillamiento), necrosis (muerte del tejido), marchitez, deformaciones de hojas o tallos y crecimiento anormal.
Estas observaciones se realizan a intervalos regulares, generalmente cada dos o tres días, y sistemáticamente al final de la prueba. Deben registrarse de forma estructurada, con fotografías de apoyo si es posible, y una calificación consistente según una tabla de evaluación validada.
Algunos estudios también pueden incluir el seguimiento de la etapa de desarrollo vegetativo según el código BBCH, permitiendo localizar con precisión cada plántula en su ciclo de crecimiento.
Criterios de validez de la prueba
La Directriz 208 de la OCDE impone varias condiciones mínimas que deben cumplirse para que la prueba se considere válida. Estos criterios garantizan que las condiciones experimentales estén controladas y que los efectos observados se deban efectivamente a la sustancia analizada.
Los principales criterios de validez son los siguientes:
- Control de emergencia ≥ 70% : en el grupo no tratado, al menos el 70% de las semillas deben haber producido una plántula.
- Supervivencia de plántulas de control ≥ 90% : Entre las plántulas emergidas en el grupo de control, al menos el 90% debe sobrevivir hasta el final de la prueba.
- Ausencia de fitotoxicidad en los controles : los controles no deben mostrar síntomas visibles de estrés o toxicidad (excepto variaciones normales de crecimiento).
- Condiciones de cultivo homogéneas : temperatura, luz, riego y sustrato deben ser idénticos entre los grupos.
Si no se cumplen estos criterios, el ensayo podría invalidarse o los datos podrían interpretarse con cautela. En algunos casos, podría ser necesario repetir el ensayo para garantizar la solidez de las conclusiones.
Recomendaciones adicionales para una medición confiable
Para garantizar una medición precisa y minimizar el sesgo, las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) recomiendan:
- Utilizar semillas del mismo lote, certificadas por su capacidad de germinación.
- Estandarizar los métodos de cosecha, secado y pesaje de brotes.
- Para evitar variaciones en la densidad de siembra y profundidad de siembra.
- Registrar periódicamente las condiciones ambientales en las cámaras de crecimiento.
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Análisis de resultados e interpretación de datos
Métodos estadísticos utilizados
El análisis de los datos de la prueba OECD 208 se basa principalmente en la construcción de curvas dosis-respuesta . Estas curvas permiten evaluar el efecto de una sustancia sobre un parámetro medido (como la biomasa o la emergencia) en función de la concentración o la tasa de aplicación. A partir de esta relación, se pueden calcular varios valores clave.
Los principales valores estadísticos extraídos son:
- CE (Concentración Efectiva) : concentración de la sustancia que provoca un efecto x% respecto al control (por ejemplo CE25 o CE50).
- TEx (Dosis Efectiva) : dosis de aplicación que produce el mismo efecto, utilizada cuando la exposición se expresa en mg/kg de suelo seco o kg/ha.
- NOEC (Concentración sin efecto observado) : la concentración más alta probada no produjo un efecto estadísticamente significativo en comparación con el control.
- LOEC (Concentración con efecto mínimo observado) : concentración más baja que produce un efecto significativo.
Se pueden utilizar varios modelos estadísticos para ajustar las curvas dosis-respuesta:
- Modelo logístico-logístico,
- Modelo de Weibull,
- Regresión logit o probit,
- Método de Spearman-Karber (y sus variantes abreviadas),
- Regresión no lineal (tipo Bruce-Versteeg) para efectos continuos.
La elección del modelo depende del tipo de variable medida (todo o nada, continua), la distribución de los datos y el número de concentraciones analizadas. En todos los casos, la calidad del ajuste se evalúa mediante el coeficiente de determinación (R²), que idealmente debería ser mayor o igual a 0,7 para las especies más sensibles.
Presentación y estructuración de resultados
Los resultados de las pruebas deben presentarse de forma clara y detallada en un informe final, que servirá de apoyo a los evaluadores regulatorios. Este informe generalmente incluye:
- Una tabla de resultados brutos : número de plántulas emergidas, biomasa, altura, observaciones visuales, para cada réplica y cada concentración.
- Tabla resumen : medias por tratamiento, desviaciones estándar, porcentajes de inhibición respecto al control.
- Representaciones gráficas : curvas dosis-respuesta, histogramas comparativos, fotografías de síntomas observados.
- Los detalles de la metodología estadística , incluyendo los supuestos utilizados, las pruebas aplicadas, los parámetros estimados y sus intervalos de confianza.
Esta presentación rigurosa es esencial para garantizar la transparencia e interpretación de los datos. En particular, permite a las autoridades competentes verificar la conformidad de la prueba con las directrices de la OCDE y los principios de las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL).
Uso de datos en la evaluación de riesgos
Los resultados obtenidos de la prueba OCDE 208 se utilizan en modelos de evaluación de riesgos ambientales para plantas no objetivo. En particular, permiten:
- Estimar el margen de seguridad (relación entre la concentración sin efecto y la concentración ambiental prevista – PEC).
- Comparar varias sustancias entre sí en términos de toxicidad relativa .
- Determinar los umbrales regulatorios para la comercialización de productos químicos o fitosanitarios.
- medidas de gestión de riesgos , como áreas no tratadas o restricciones de uso.
Al combinar datos experimentales robustos con un análisis estadístico riguroso, la prueba OCDE 208 se convierte en una herramienta fundamental para la toma de decisiones en la protección de los ecosistemas terrestres. Ayuda a garantizar que los productos comercializados no representen riesgos inaceptables para las plantas no objetivo en las zonas expuestas.
Aplicaciones sectoriales de la prueba OCDE 208
Productos fitosanitarios: un requisito reglamentario central
En el sector agrícola, la prueba OCDE 208 se exige sistemáticamente en los expedientes de registro de productos fitosanitarios, según el Reglamento (CE) n.º 1107/2009. Esta prueba demuestra que las sustancias activas o formulaciones comerciales no presentan un riesgo inaceptable para la flora no objetivo, en particular las plantas ubicadas en los límites de las parcelas de cultivo.
Los resultados de esta prueba son esenciales para:
- Identificar los efectos nocivos sobre especies representativas del medio ambiente (plantas con flores, gramíneas, hortalizas).
- Definir zonas no tratadas (ZNT) para proteger los hábitats adyacentes.
- Implementar medidas de gestión de riesgos en las autorizaciones de comercialización.
YesWeLab apoya a fabricantes y distribuidores en la realización de pruebas OECD 208 bajo condiciones BPL (Buenas Prácticas de Laboratorio), con la selección de especies vegetales adecuadas y la elaboración de informes reglamentarios utilizables.
Medicamentos veterinarios y fertilizantes orgánicos
Cuando se administra un medicamento veterinario al ganado, pueden encontrarse residuos en los excrementos y luego en las aplicaciones de estiércol o purines. Estos residuos químicos pueden entrar en contacto con plantas cultivadas o silvestres. La prueba OCDE 208 mide estos efectos indirectos en el crecimiento vegetal.
El protocolo puede adaptarse para simular condiciones realistas mediante la aplicación de la sustancia de prueba a través de estiércol tratado (preincubado en condiciones anaeróbicas) incorporado al suelo. Este tipo de prueba es especialmente relevante para:
- Evaluar el impacto ambiental de los antibióticos, antiparasitarios u hormonas veterinarias.
- Validar la compatibilidad ambiental de fertilizantes de origen animal o digestatos de metanización.
- Identificar las concentraciones umbral que no deben superarse en los insumos orgánicos.
YesWeLab ofrece adaptaciones metodológicas para integrar estos parámetros, de acuerdo con las recomendaciones de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y las directrices de VICH.
Evaluación de bioplásticos y materiales compostables
Con el auge de los plásticos biodegradables y compostables, han surgido nuevos requisitos de ecotoxicidad. La prueba OECD 208 está integrada en protocolos de evaluación estandarizados como ASTM D6400 o EN 13432. Se utiliza para evaluar los efectos de los productos de degradación o aditivos plásticos en la germinación y el crecimiento de las semillas.
En este contexto, la prueba se lleva a cabo incorporando compost con el material analizado en sustratos estándar y observando posteriormente la germinación de dos especies vegetales. Los resultados permiten garantizar que:
- El plástico o aditivo no libera sustancias fitotóxicas.
- El compost final es compatible con el uso agronómico.
- Se pueden obtener certificaciones de compostabilidad (OK Compost, TÜV, etc.).
YesWeLab trabaja con fabricantes de materiales de origen biológico y compostables para validar la compatibilidad ambiental de sus productos como parte de certificaciones industriales o regulatorias.
Productos biocidas y sustancias químicas sujetas a REACH
El reglamento REACH exige la evaluación del impacto ambiental de las sustancias químicas, incluyendo su efecto sobre la vegetación terrestre. La prueba OCDE 208 puede ser necesaria al registrar una nueva molécula o para la evaluación de una sustancia de riesgo (SEP). En el caso de los biocidas (Reglamento UE 528/2012), ayuda a demostrar la seguridad para plantas no objetivo en caso de deriva o contaminación del suelo.
Esta prueba también se utiliza en estudios de impacto para:
- Zonas industriales susceptibles de descargar efluentes al suelo.
- Sitios contaminados que serán diagnosticados como parte de un estudio de rehabilitación.
- Sustancias utilizadas en la formulación de productos de limpieza, pinturas, tintas, disolventes, etc.
Gracias a su red de laboratorios asociados, YesWeLab ofrece un servicio completo para estos usos, desde la selección de las condiciones experimentales hasta la interpretación estadística de los resultados, pasando por, si es necesario, el apoyo reglamentario para la elaboración de expedientes REACH o de biocidas.

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Experiencia multisectorial y regulatoria
YesWeLab apoya a fabricantes de diversos sectores: agroquímica, salud animal, bioplásticos, medio ambiente, química regulada, etc. Cada proyecto está supervisado por un equipo técnico capaz de:
- Seleccionar las condiciones experimentales óptimas en función del producto a ensayar (sustancia activa, formulación, matriz compleja, compost, etc.).
- Identificar los requisitos específicos de la normativa aplicable (REACH, normativa fitosanitaria, biocidas, VICH, normas de compostabilidad).
- Adaptar el protocolo en el caso de matrices específicas (estiércol tratado, productos poco solubles, sustancias volátiles, formulaciones múltiples).
Las pruebas se confían a laboratorios asociados acreditados según la norma ISO 17025 y reconocidos según las buenas prácticas de laboratorio (BPL), garantizando la calidad, trazabilidad y validez de los resultados.
Gestión simplificada gracias a la plataforma digital
Uno de los principales activos de YesWeLab reside en su plataforma digital, diseñada para agilizar los intercambios y centralizar la gestión de los ensayos. Al confiar un ensayo OCDE 208 a YesWeLab, los fabricantes se benefician de:
- Una interfaz clara para buscar, ordenar y realizar el seguimiento de servicios analíticos.
- Un panel de control que agrupa las pruebas actuales, los resultados recibidos y los documentos asociados (protocolos, informes, certificados).
- Alertas automáticas para pasos críticos: validación de cotización, envío de muestra, disponibilidad de resultados.
Este enfoque digital reduce significativamente los plazos de entrega y evita errores de comunicación o pérdida de información. Además, permite a los equipos de regulación, calidad e I+D supervisar los proyectos en tiempo real.
Apoyo personalizado en cada etapa
YesWeLab no solo actúa como intermediario logístico. Cada cliente cuenta con el apoyo de un contacto técnico dedicado, que participa en todo el proceso:
- Asesoramiento previo para comprobar la viabilidad, definir las concentraciones a ensayar y las especies vegetales relevantes.
- Seguimiento del avance del ensayo, en conjunto con el laboratorio seleccionado, para asegurar la correcta ejecución del protocolo.
- Asistencia en la interpretación de resultados estadísticos y elaboración de expedientes reglamentarios, cuando corresponda.
Este apoyo es especialmente útil para aquellas empresas que no disponen de un departamento interno de ecotoxicología, o que desean externalizar la totalidad o parte de sus estudios ambientales.